El 18 de mayo de 1991, Antonio fue condenado a seis años y cuatro meses de cárcel, por detención ilegal. El 5 de marzo de 1992 se le concedió un permiso de seis días, pero Antonio nunca volvería a pisar la cárcel. De modo que, cuando sucedieron los hechos, se encontraba en situación de busca y captura, aunque la orden de búsqueda no se dictaría hasta el 10 de septiembre de 1992, dos meses antes del triple crimen.
El viernes 13 de noviembre de 1992, a las ocho de la tarde, la hora mágica, Antonio Anglés y Miguel Ricart salieron de la casa de los Anglés, en la calle Camí Real de Catarroja, y se dirigieron a la discoteca Coolor en el Opel Corsa de Ricart. Al llegar a la altura de la ermita de Picassent vieron a tres chicas que hacían autostop. Antonio le dijo a Ricart que parase y le preguntó a las chicas que si iban a Coolor…
Nuria declaró que había acudido al domicilio de Anglés en Valencia para pagar la parte del dinero que le debía por haberle comprado droga y para anunciarle que el resto se lo daría más adelante.
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Nuria Pera Mateu, en la época del juicio. |
En los días sucesivos, las cosas empeoraron. Antonio, según Miguel Canales, «la tenía a pan y agua». Nuria estaba aterrada de frío. Neusa, cuando Antonio no la veía, le suministraba ensaimada con leche.
Pero Neusa sabía que, si hacía esto, «el mío hijo me mataba». Además de todo, la joven, sin su dosis de heroína, estaba sufriendo un descomunal síndrome de abstinencia, y Antonio la tentaba dejándole droga a la vista, pero a distancia para que no pudiera cogerla. Años más tarde, ella contaría a la Guardia Civil que, durante su encarcelamiento, sufrió violaciones. También se lo confesaría a Mari, la toxicómana que había ofrecido su piso a Antonio para citas sexuales: «Mientras la tuvo allí, el Asuquiqui se lo hizo por detrás y por delante todo lo que quiso.» A Mari, y a otras personas cercanas, Nuria narraría que, para violarla, Antonio no sólo se valía del miembro sexual, sino también de palos y otros objetos. Algunos chavales han afirmado que la prostituiría entre toxicómanos, a pesar de que también la ofrecía de balde. Y que, ocasionalmente, los incitaba a orinar o masturbarse sobre ella. Según Mari, Nuria le relató que, cuando le pedía agua, ». Su amigo Vicent refiere que «la tenía en bragas y la cubría con una sábana para que no estuviera tan a la vista»; le gritaba que los dòberman se vuelven locos cuando huelen la sangre, «y le rozaba su perro como si se la follara». Nadie sabe el tiempo real que duró aquello, aunque la cifra más frecuente se acerca a una semana. David, un amigo de la casa, dice que «Antonio ya estaba hasta los huevos de ella y quería arrancarle los pezones en unas tenazas». El Mula lo paró.
Sus colaboradores íntimos le hicieron aparcar la idea de las tenazas y el martillo. Pero cuando le decían que ya la había castigado bastante, él contestaba:
-La tengo que matá.
En su posterior testimonio ante el juez, Nuria declararía que Antonio la había amenazado con tirarla a un pozo que había en la casa. Y una noche sonó el despertador de Neusa. La mujer se quitó, y se encontró con que el Rubio y Antonio estaban a punto de lanzarla. Para la ocasión, recuerda Neusa, la habían vestido. Neusa tiene claro por qué fue Ricart y no otro quién ayudó a Antonio.
Uno de los colaboradores de la droga que se encontraba allí —y que ya ha muerto—, hizo como las avestruces: «No podía evitar que la tiraran al pozo, y me eché en la cama en un cuarto; así tendría que verlo», contaría. Otros chavales se enterarían después del episodio. Neusa se fue a trabajar después de que Rubio y Antonio encadenaron de nuevo a Nuria. A la mañana siguiente, Mauricio le gastaba bromas a Ricardo:
-¿Sabe que hay un fantasma aquí, en la casa?
-¡No m’asustes! ¿Onde está?
Y le mostraba a Nuria cubierta con la sábana. Ricardo, que siempre se ha considerado «un hombre humanitario», provocó el final. Avisó a la Guardia Civil de lo que estaba sucediendo. La policía y los efectivos de la benemérita tomaron la planta baja y liberaron a la joven. Neusa, Ricart, Dolores, que estaban en la casa, fueron detenidos. A Antonio lo cogerían en el piso de Benetússer. Allí detectarían una balanza de precisión para pesar droga, comprimidos de tranquimazín, y documentación suya y de Rubén. Este último también acabaría detenido.
Mari, la amiga de Antonio, se encontró con Nuria en un centro donde las dos practicaban programas de desintoxicación. Le comentaría que Antonio era fuera del talego. Nuria se quedó blanca. Mari lo entendió cuando aquella le detalló de pe a pa su cautiverio.
Nuria hacía bien de sentir terror, porque Antonio intentó cumplir en ella su venganza. Primero, buscó Nuria por su pueblo. Después, se enteró de donde intentaba desengancharse, y fue a buscarla en el centro de desintoxicación. Preguntó por ella. Pero la chica había contado a los responsables del centro todo el que le había sucedido y lo habían camuflado para protegerla. El Asuquiqui no la encontró, y tuvo que asumir que su ansia no podría saciarse con Nuria. Una persona cercana a ella comentaría, tiempo después: «Antonio le había hecho antes a Nuria lo mismo que haría a las niñas de Alcásser, pero a ella no pudo matarla.»
Aún así, la joven no esquivó la fatalidad: abandonó la droga, pero años después moriría de sida.
Fernando Martínez Laínez
Sin piedad
Ediciones B
1ª edición: noviembre 1993
Capítulo VIII. «Los Anglés»
«… En efecto, soy Bernardino Giménez, el letrado designado en turno de oficio que asistió a Antonio Anglés la última vez que compareció ante un tribunal, cuando le acusaron del secuestro de aquella chica drogadicta. Yo, en aquella época tuve que mantener con él varias entrevistas en la cárcel Modelo de Valencia para preparar su defensa, y la verdad es que me pareció un muchacho inteligente, con un desarrollo mental normal y capaz de mantener perfectamente una conversación. Pero… ¿cómo le diría…?, siempre he tenido la impresión de que estaba tratando con dos personas totalmente diferentes. Una la que hacía el daño irracional, y otra la que intentaba explicar racionalmente la fechoría. Anglés establecía razonamientos lógicos para justificar su conducta violenta. Por ejemplo, en aquel juicio no negó en ningún momento que hubiera encadenado y maltratado a aquella chica, sino que trató de explicar al juez las razones que le impulsaron a hacerlo… Yo no pude solicitar ningún informe psiquiátrico sobre él -lo que quizás hubiera alertado a los médicos- porque no era alcohólico y no sufría tampoco ningún tipo de trastorno mental. Además, a pesar de que estaba introducido de lleno en el negocio de la venta de la heroína, por aquel entonces no tomaba ningún tipo de droga, y creo que ahora tampoco.
En la vista de ese juicio también comparecieron como acusados otros dos miembros de la familia: la madre, Neusa, y su hermano Roberto, que fueron absueltos contra la opinión del fiscal, porque estaban presentes en la casa donde Antonio encadenó y maltrató a esa chica -Nuria Pere, creo que se llama- y no hicieron nada… Y tanto que estaban, como que era el domicilio de la familia, en la calle Colón de Catarroja, pero el caso es que se libraron, aunque a Antonio le cayeron más de ocho años por detención ilegal y tráfico de estupefacientes. Esa familia es un perfecto desastre en todos los sentidos, como ya he dicho más de una vez…»
Fuentes:
Oleaque Moreno, Joan M. – Des De La Tenebra. Un Descens Al Cas Alcásser.
Blanco Durán, Juan Ignacio – ¿Qué pasó en Alcácer?.
Revista Interviú. Artículo «Mi hijo es un sádico». 1993.02.04.
Telemadrid. Las niñas de Alcàsser aún en nuestra memoria. El secuestro de Nuria Pera: https://www.youtube.com/watch?v=Fjd4RiCICkw
Y lo peor que esta muerto, cuando igual se merecía vivir mas que muchos. Desgraciado destino el de este chico.
Para mi caben tres posibilidades:
A) que Anglés realmente cometiera las agresiones contra Nuria y continuara realizando los asesinatos de Alcasser (V.O.)
B) que realizara las agresiones a Nuria y se aprovechara este hecho delictivo para cargarle el tema de Alcasser.
C) Que las agresiones a Nuria fueran de una índole más leve y se exageraran, con vistas a ponerle una fama de sádico psicópata etccc
En mi opinión podría ser B o C.
Que casualidad….que todo lo que quiso hacer, se lo hicieron a las niñas….
Realmente me ha impactado el testimonio del secuestro de Nuria Pera, y si realmente pasó así, no me cabe duda que el tal Anglés estaba mucho peor de la cabeza de lo que yo me figuraba. Si el Carcaño y el otro y de la moto hicieron eso con Marta del Castillo, ¿por qué se extraña tanto la gente de lo que hiciera supuestamente Antonio Angles? Y luego lo del ala delta para escapar de la cárcel es que ya es para reírse, si no fuera por lo trágico del asunto.. Parece de un chiquillo de 13 años, aunque luego era más listo que la policía para otros menesteres.
Opino que esto es lo que ocurrió:
1) Antonio Anglés, junto con Ricart y algun miembro de los Anglés (el Mauri siempre me dio muy mala espina) junto con algún amiguete, hicieron esa salvajada con las crías.
2) Antonio Anglés nunca estuvo en casa y se dio el piro en cuanto tuvo conocimiento de la aparición de los cadáveres.
3) Se topó con la GC en algún lugar cerca de Cuenca y se lió a tiros con ella, o bien simplemente fue capturado por la misma.
4) La GC le dio muerte, bien en el tiroteo o por ejecución al más puro estilo GAL, lo cogió y lo enterró en cal viva.
Lo había leído anteriormente pero leyéndolo en el post (y en otros posts del blog) me he dado cuenta de una cosa que quizá no tenga mucha importancia pero me parece interesante. Si Coloor no solía abrir los viernes y lo hacía solo para fiestas de institutos en los que no se permitía la entrada de adultos, ¿qué coño iban a hacer allí Anglés y Ricart? Si Anglés conocía la discoteca, ¿no sabía que no abría los viernes a no ser que fuera para fiestas de adolescentes? ¿Es simplemente otra trola más de Ricart o un fallo de la manufacturada versión oficial?
Un saludo,
Manuel
Por cierto, ¿alguien sabe algo de Iluminado Saturnino Amador?
¿Se le pudo elegir precisamente por su nombre y para enviar un mensaje cifrado a alguien?
Esos dos si lo hicieron. No sirve de nada hacer conspiraciones todo el tiempo. Las cosas son mas simples de lo que parecen. Dejen de enrredar fueron esos dos malnacidos
Y eso lo dice usted porque lleva estudiando el caso ¿cuánto tiempo?
compraron un piso «mediante uno de los créditos que conseguiría Neusa, cuya profesión de matarife de pollos hacía las delicias de los directores de todos los Bancos y Cajas de Catarroja. Un crédito de tres millones de pesetas». Esto me parece sospechoso teniendo en cuenta que en aquella epoca no daban un credito a dios. Sospechosos los contactos de la madre.